jueves, 22 de octubre de 2009

nos gusta aunque no me lo digas..

Una vez soñé que te perdía.
Estábamos en unos icebergs
y no me acuerdo si tú te alejabas flotando de mí o yo de ti. Pero recuerdo que me desperté a tu lado,

era media noche y estaba lloviendo, como hoy. Te oí respirar y me calmé.
Era como si nos habláramos sin palabras. Me pregunto cómo y cuándo aprendimos ese lenguaje

secreto.

Sólo sé que en algún
momento, en los silencios, te oía. Y ahora sólo me quedan las palabras, estas

palabras
inútiles cuando lo único que quiero es volver a estar a tu lado.

Hacer
que te sientas seguro, ayudarte a dormir.
Recuperarte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario